
Carlos Rafael Gil Hernández representa una de las historias más inspiradoras del deporte panameño actual. Este entrenador cubano, que llegó al país en 2020, ha transformado el panorama de la gimnasia artística en Panamá, llevándola a niveles históricos de competitividad internacional.
Los inicios en Cuba y el camino hacia la excelencia
Gil comenzó su relación con la gimnasia a los 5 años en Villa Clara, Cuba. Aunque su carrera como gimnasta se vio truncada por una lesión a los 14 años, esto no impidió que su pasión por el deporte continuara, esta vez desde el rol de entrenador. A los 19 años, ya dirigía su primer grupo mientras estudiaba en la Universidad de Cultura Física.
La construcción de una generación dorada
Durante su etapa en Cuba, Gil fue artífice de una generación excepcional de gimnastas, incluyendo a figuras como Randy y Manrique, quienes alcanzaron resultados históricos para la gimnasia cubana. Sus métodos de entrenamiento y filosofía de trabajo, basados en la disciplina y la ambición positiva, llevaron a sus atletas a conseguir medallas en campeonatos mundiales y participaciones olímpicas.
El renacer en Panamá
La llegada de Gil y su esposa Yarimi a Panamá marcó un antes y un después en la gimnasia del país. Desde su base en el club No Limit, han desarrollado un proyecto que ya está dando frutos extraordinarios. Un ejemplo notable es el caso de Hillary, quien ha logrado clasificar a los Juegos Olímpicos, y Carla, quien destaca en copas mundiales.
La filosofía del éxito
«Siempre hay que ir por más», es una de las máximas de Gil. Su enfoque no se limita solo a los resultados deportivos, sino que busca formar personas íntegras y resilientes. Como ejemplo de su metodología, destaca el trabajo realizado con el equipo panameño que logró el segundo lugar por equipos en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, un resultado sin precedentes para el país.
El futuro de la gimnasia panameña
Gil proyecta al menos ocho años más de crecimiento sostenido para la gimnasia panameña. Su visión incluye no solo la formación de atletas de élite, sino también el desarrollo de una cultura deportiva más ambiciosa y profesional en el país.